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La "Operación Conquistadores del Norte" fue un trabajo en conjunto entre la Fiscalía y la PDI en la cual se logró el decomiso de 870 kilos de cocaína base y 123 kilos de clorhidrato de cocaína.

A la par de ello se logró desarticular una organización de narcotraficantes liderada por una madre e hijo, que además era integrada por otras siete personas, cinco son chilenos y dos bolivianos.

La organización se dedicaba a ingresar droga a la Región de Tarapacá, para luego enterrarla en el desierto al interior de Copiapó y después distribuir la mercancía hacia la ciudad de Santiago.

Desde la PDI señalaron que la madre con su hijo hacían la internación de la droga a través de un contacto para la región de Iquique, en la frontera con Bolivia se gestionaba toda la coordinación, posteriormente los proveedores bolivianos hacían el ingreso de la droga por la Región de Atacama a través de pasos no habilitados, la mercancía era acopiada en el sector de Galleguillos, allí era enterrada y posteriormente se entregaba a los receptores santiaguinos.

La droga incautada fue avaluada en la suma de $15 mil millones de pesos, y equivale a más de 13 millones de dosis en el microtráfico. Así mismo se logró el comiso de radiotransmisores utilizados por la banda para la comunidad al momento de los traslados de la droga, 23 camiones de alta gama de distintos modelos y marcas, además de $15 millones en efectivo y 2.482 dólares.