La participación del Sumo Pontífice en Río de Janeiro confirmó que la cercanía y sencillez no era sólo parte de sus discursos. La misma semana que llegó a Brasil, la revista Time lo llamó "El papa de la gente", sin embargo muchos decían que Bergoglio no superaría a Benedicto XVI, cuando congregó a 2 millones de personas en su visita Alemania.

Este domingo en la misa final, Francisco reunió a 3 millones de personas en la playa de Copacabana. "Francisco yo creo que quiere volver al sentido más tradicional de la Iglesia, que es acercarse más hacia sus fieles y tratar de convivir con ellos", señaló el Analista Internacional, Sergio Molina.

"No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso, Jesucristo" fue una de las frases que el Papa entregó a sus fieles en Brasil. El Papa calificó el viaje como positivo y agradeció a los peregrinos.

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